La red de usuarios y usuarias del CCS de Santa Coloma de Gramenet que depositaron su confianza en un instrumento que facilitaba interacciones económicas locales y que a la vez generaba los datos suficientes para favorecer una toma de decisiones de calidad, va materialtzar en una evolución muy positiva tal como lo iban confirmando los resultados de los análisis que se iban realizando. Los primeros 6 meses ya eran muy positivos.
El punto de partida comparativo partía de los estudios realizados antes de la puesta en funcionamiento de la Grama. En esta fase previa se detectó que un 56,10% de ciertas subvenciones concedidas en euros se gastaban mayoritariamente fuera de la ciudad, mientras que únicamente un 29,12% se quedaba en Santa Coloma de Gramenet y, el resto, un 12, 78%, no se sabía dónde iba.
En este marco se apostó por la creación de la moneda de la ciudad, equivalente al euro, y se diseñó la red de empresas y asociaciones de Santa Coloma de Gramenet (CCS Santa Coloma) la que se amparó normativamente en un reglamento municipal, al tiempo que el nombre de la moneda (Grama) surgió de un proceso participativo ciudadano.
De esta manera el CCS Santa Coloma comenzó a evitar las fugas de dinero de la ciudad y favorecer el aumento del efecto multiplicador del gasto público. En concreto se vinculó la moneda a determinadas subvenciones de las áreas de comercio, cultura y deportes. De esta forma la Grama sólo podía utilizarse en la red de empresas del circuito.
El punto de partida comparativo partía de los estudios realizados antes de la puesta en funcionamiento de la Grama. En esta fase previa se detectó que un 56,10% de ciertas subvenciones concedidas en euros se gastaban mayoritariamente fuera de la ciudad, mientras que únicamente un 29,12% se quedaba en Santa Coloma de Gramenet y, el resto, un 12, 78%, no se sabía dónde iba.
En este marco se apostó por la creación de la moneda de la ciudad, equivalente al euro, y se diseñó la red de empresas y asociaciones de Santa Coloma de Gramenet (CCS Santa Coloma) la que se amparó normativamente en un reglamento municipal, al tiempo que el nombre de la moneda (Grama) surgió de un proceso participativo ciudadano.
De esta manera el CCS Santa Coloma comenzó a evitar las fugas de dinero de la ciudad y favorecer el aumento del efecto multiplicador del gasto público. En concreto se vinculó la moneda a determinadas subvenciones de las áreas de comercio, cultura y deportes. De esta forma la Grama sólo podía utilizarse en la red de empresas del circuito.